Los siglos posteriores a la monarquía Tarquina la República Romana se debatió entre las luchas políticas internas y las crecientes amenazas exteriores. Volscos, sabinos, ecuos, samnitas y galos amenazaban con creciente asiduidad los campos y colonias del pueblo romano. Esta situación propició la aparición en la palestra política de algunos ciudadanos, que investidos del poder consular buscaron la gloria no sólo en el campo de batalla. Alguno de ellos, como el egregio Cincinato, decidieron regresar al anonimato como meros ciudadanos; sin embargo, los tiempos estaban cambiando y el ejemplo de Lucio Quinto principiaba a ser una excepción. Impulsados por los triunfos militares algunos jóvenes patricios intuyeron que la plebe era propicia a la seducción a través de los éxitos en el campo de batalla. Catapultados al más alto de los honores entendían que el poder político era accesible a través de las armas. De esta forma, el servicio a Roma se tornaba en una simple posibilidad de conseguir el propio beneficio en detrimento de la comunidad.
El personaje de nuestro reto es un buen ejemplo de esta nueva sed de gloria que las continuas conflagraciones llevaron a Roma. Protagonista de una hazaña sin par, laureado y reconocido por el pueblo Romano tras la invasión Gala, pocos años después vería frenadas sus ínfulas de grandeza por la determinación del Senado. Pese a que sus intereses en pos de la plebe parecieron sinceros, los viejos senadores entendieron que tras su aparente preocupación por la turbamulta no se escondía más que un anhelo enfermizo de poder. Quizá por ello fue condenado a muerte tras incitar a la plebe a la violencia.
En el reto de hoy queremos saber:
1. Nombre de nuestro personaje.
Pista: Tuvo el sueño ligero...
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