reto 25

La defección de Alcibiades en plena guerra del Peloponeso hizo que las viejas concepciones del pueblo ateniense se tambalearan. La manida solidaridad democrática  se desvaneció ante el empuje de los ideales aristocráticos de los jóvenes, los cuales en muchos sentidos se identificaban más con los valores autoritarios espartanos que con los ideales del demos ateniense. Sin duda, la filosofía socrática ayudó a esta nueva generación a encontrar en los antiguos ideales  heroicos una salida a los problemas que estaba generando la política de los demagogos. La incisiva capacidad crítica de la duda socrática se convirtió en una maza demoledora en las manos de estos jóvenes ansiosos de fama y reconocimiento. 

Platón pasó a la posteridad por ser uno de estos aristócratas. En sus escritos, cargados de una vehemencia antidemocrática sin precedentes, arremetió contra los falsos maestros de filosofía, los sofistas, muchos de ellos partidarios de la democracia. 

Pero el viejo Platón no fue el único discípulo de Sócrates que nos legó su inquina anti popular. Otro joven ateniense, educado bajo la égida de los valores socráticos también nos dejó testimonio de las lecciones del maestro. Sus obras filosóficas, poco conocidas y peor valoradas, no pasaron sin embargo a la posteridad, por lo que su nombre quedó  asociado al género histórico gracias  a la obra que escribió tras una larga y fascinante expedición. Cuenta la leyenda que el mismo Alejandro Magno echó mano de este relato durante la conquista de Asia. 

En el reto de hoy queremos saber:

1. Nombre del discípulo socrático.

2. Título de la obra donde narra su increíble periplo.