2º reto

En la actualidad ningún miembro de la comunidad científica pone en duda que la cuna de la humanidad estuvo en el continente africano. Las huellas de Laetoli, como habéis comprobado, fueron uno de los  indicios que constataron que nuestros orígenes proceden del continente negro. Pero en el mundo de la paleontología no todo ha sido un camino de rosas. Los prejuicios religiosos y culturales de algunos investigadores han enturbiado el normal desarrollo de su estudio.
Un buen ejemplo de ello es el vídeo de hoy. En él podéis contemplar los restos de un famoso homínido que a principios de siglo revolucionó el panorama académico. Con su hallazgo se puso en duda el origen africano del homo sapiens. Para las mentalidades etnocentristas de principios de siglo XX resultaba muy duro aceptar que nuestros orígenes procedían de un continente que en aquel momento era fruto del saqueo del colonialismo europeo. La justificación racial del expolio africano corría peligro si se lograba demostrar que la superioridad racial europea no era más que una quimera, un sinsentido amparado en el evolucionismo social de autores como Spencer.
Inbuidos de tales prejuicios un grupo de paleontólogos británicos decidió negar la evidencia y pergeñar uno de los mayores engaños de la historia de la ciencia. El embuste duró más de cuatro décadas generando multitud de conflictos y acusaciones. Las sospechas en seguida recayeron en los dos principales investigadores de los restos, aunque pronto la nómina de implicadas aumentó. Entre los mismos destacó un conocido escritor británico muy vinculado con el mundo de la ciencia. Cuando finalmente se demostró que el origen de nuestra especie no era británico, la comunidad científica archivó el caso como una mera anécdota.

En el reto de hoy queremos saber:

1. Nombre con el que fue conocido el caso.
2. Nombre de los dos responsables del mismo.
3. Nombre del conocido escritor británico sospechoso de haber participado en el enredo.